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No podemos englobar a una generación entera, pero con las investigaciones se ha empezado a notar el cambio cultural que se está viviendo en las empresas entre las anteriores generaciones y la llamada “Generación Y”, cuyos integrantes también son conocidos como millennials (los nacidos aproximadamente entre principios de los 80 y principios de la década del 2000).
Los que trabajan en consultoría y coaching de diferentes empresa han visto este cambio y cómo está evolucionando la gestión, selección y desarrollo de talento con la llegada de esta generación, que tienen una forma de colaborar, aprender y ser gestionados muy diferente a la de sus compañeros de trabajo.
¿Qué caracteriza a los millennials? En estos 11 puntos se mostrará las fortalezas y retos de esta impredecible, aventurera y poderosa generación de jóvenes.
1) Un reloj de oro después de 25 años trabajando en la misma empresa no les motiva demasiado. Sólo les motivan los logros a corto plazo y de sí mismos, como un reto estimulante.
2) Los millennials no sirven para ser trabajadores pasivos, sino que disfrutan siendo actores activos y envueltos con el trabajo que hacen. Por eso es fundamental involucrarlos en las decisiones y dejarles espacio para que participen en el diseño de su propio trabajo.
3) Necesitan buscarle sentido a lo que hacen. El trabajo no es lo realizan de 8am a 5pm. El límite entre trabajo y las actividades es muy flexible para ellos; no sirven para pasar viendo el reloj esperando salir del trabajo sino que quieren disfrutar de cada cosa que hacen.
4) Nunca cambiarían el trabajo de sus sueños por un trabajo mejor pagado. La motivación del salario es secundaria para ellos, valoran más la oportunidad de aprender lo que se hace y sentir que están participando en su propio trabajo.
5) No soportan trabajar por obligación más que a corto plazo. Su expectativa es trabajar en algo que les guste, les permita realizarse personal y profesionalmente, y cuando un trabajo no cumple esa expectativa, la motivación y el rendimiento decaen rápidamente.
6) No son eficientes trabajando con control externo, sólo responden efectivamente con el compromiso interno que les genera trabajar en un proyecto que les motiva. Si se dan las condiciones que generan en ellos compromiso interno, son capaces de dar resultados extraordinarios, muy por encima de los esperados.
